¿Quién no ha pensado alguna vez en borrarse del mapa durante un tiempo y redescubrirse a sí mismo? Esto es lo que hace el protagonista de Un buen día para desaparecer, un diario de viaje al estilo de los antiguos exploradores reinterpretado a través del filtro pop de Sanz i Vila. En esta fábula en continuo equilibrio entre lo real y lo ficticio, entre la imaginación, el surrealismo y las referencias históricas, el mismo autor emprende un viaje mágico a través de un misteriosos aro tricolor que lo transportará desde la cueva de Chauvet hasta Albarracín, pasando por las pirámides egipcias, la selva del Congo y la Isla de Pascua, entre otros fascinantes escenarios. Este accidentado periplo le llevará a replantearse el significado del arte y a enfrentarse de pleno a la ambivalencia del alma humana.