Libro de historietas encuadernado en cartoné de 48 páginas interiores en color más cubiertas que contiene una aventura completa de Superlopez.
¿Qué pasos daría una incivilizada civilización extraterrestre que quisiera invadir nuestro planeta pero no pudiera utilizar sus propias armas ni su dinero? Pues hacer las cosas a la manera terrícola: buscar un narcotraficante al que transportarle la "mercancía" en platillos volantes, vendernos chucherías que en su galaxia no tienen ningún valor pero que nosotros tenemos en gran aprecio como petróleo y oro, visitar una Feria de Armamento y elegir los más modernos juguetes bélicos pagándolos con el dinero blanqueado por un banco que después del "jamás de los jamases" haya dicho "bueno, tal vez".
Los países productores de armas se aprovechan de los conflictos bélicos de sus vecinos. ¿Llegarían tan lejos como para no preocuparles que las armas que fabrican vayan a ser usadas para invadir nuestro propio mundo? Una clara metáfora de que el militarismo se vuelve contra nosotros mismos.
La situación económica, cercana a una economía de guerra con un aumento de la producción de la industria pesada y militar, parece floreciente: la gente tiene trabajo, prospera, gana dinero... pero se trata de una burbuja que acaba reventando. Con extraterrestres o sin ellos, es una falsa sensación de abundancia autodestructiva.
A pesar de todo, la vida sigue: la gente se enamora, busca trabajo, se independiza, tiene hijos y vive sin preocuparse mucho de las circunstancias hasta que la situación estalla y se echa a la calle para ponerles las cosas claras a sus gobernantes. Y éste no es el fin, es el principio...