Novela de fantasia encuadernada en rústica de 400 páginas más cubiertas.
En mitad de la noche, ante la mirada atónita de unos pescadores de Ankh-Morpork y de Klatch (que estaban gritándose por sus derechos sobre un caladero con muy pocos peces), una isla emerge repentinamente de las aguas burbujeantes del Mar Circular. Pasados el susto y la sorpresa iniciales, ambos reclaman para sí y sus respectivas "patrias" este nuevo territorio aunque sea una tierra desolada con ruinas de unos gigantescos edificios. El comandante sir Samuel Vimes de la Guardia de la ciudad pasea por las calles bulliciosas, atestadas y caóticas de Ankh-Morpork. Parece que en los últimos días sopla un viento nuevo, traído por esa isla recién emergida. Es el viento del patriotismo. En las plazas la gente corriente lanza soflamas incendiarias contra su enemigo histórico, la nación de Klatch (ese país desértico al otro lado del mar, donde los hombres llevan turbante y las mujeres velo, donde inventaron la astronomía, el álgebra y las palabras que empiezan por al). Los dirigentes -aunque no los políticos- reclaman la movilización de un ejército. Se están organizando batallones civiles. Los inmigrantes klatchianos se ven acosados por la turba.Y en este ambiente cargado, el embajador klatchiano es asesinado por una flecha tirada desde lo alto de una torre. El comandante Vimes y su guardia heterogénea deberán resolver un doble crimen: el magnicidio y el peor de todos los delitos, una guerra sin sentido. Voto a bríos! es una novela sobre la guerra, sobre la inutilidad de la misma, sobre la xenofobia, sobre el racismo y el sexismo, sobre las posibilidades bélicas de la investigación científica. Fue publicada originalmente en 1999 y es increíble que, ocho años después, su lectura sigue teniendo vigencia.