Seila Dor, una dependienta de librería con poco dinero y muchas ganas de escribir, participa como conejillo de indias en un proyecto de realidad virtual, un simulador de fantasías eróticas destinado a convertirse en la estrella del ocio adulto. El prestigioso escritor Esteban Rey se interesará por su experiencia y le pedirá que la escriba siguiendo unas indicaciones muy peculiares.
Durante las sesiones, Seila conocerá al resto de participantes: un ejecutivo de nuevas tecnologías, una ama de casa, una estudiante de cine, un maduro vividor y un joven músico llamado Espina, junto al que descubrirá la cara más oscura de Play Room.
«Play Room está escrito como cuando te dan ganas de masturbarte, por impulso.» Hernán Migoya
«Leí Play Room... me encantó... consiguió lo que hace mucho que no siento: ¡Ponerme supercachonda con un texto! agradezco tanto esa sensación…»
Helena Torres Sbarbati