Libro de historietas de estilo manga y de género seinen (orientado al público adulto) encuadernado en rústica de 272 páginas interiores en blanco y negro más cubiertas con solapas y sentido de lectura occidental. Volumen único.
Los sentimientos de Miyoko en Asagaya es una recopilación firmada por uno de los artistas más representativos del género. El manga, fuertemente autobiográfico, relata la vida de una pareja en el bohemio barrio de Asagaya en la zona oeste de Tokio. En el centro de la narración está la precariedad de un escritor y sus intentos por publicar su obra. Es un «retrato del artista de joven» que nos ofrece al mismo tiempo una panorámica de aquella época en Japón, donde la pobreza y la crisis de identidad reinaban sobre el país entero, humillado por la derrota en la Segunda Guerra Mundial.
Las historias de Abe constituyen, junto con las de Yoshiharu Tsuge, uno de los primeros casos en los que un artista habla tan abiertamente y brutalmente de su vida privada. Es la historia de una pareja que vive sus días bohemios de alcohol, sexo y música en los que se mezclan conversaciones con su círculo de amigos sobre el arte y la vida. Hay una novedad formal en el manga que no se encuentra en otras obras de la misma época: en dos capítulos la historia se desarrolla desde el punto de vista de su pareja, la sensual Miyoko.
Son vidas al límite y hay mucha desesperación y muchos sentimientos en esta gran obra maestra: el barrio como microcosmo representativo de todo un país inmortalizado en uno de los momentos más difíciles de su historia. Los protagonistas sufren como sufre el país, y tanto unos como el otro experimentan la misma pérdida de identidad. Así seremos testigos del gradual deterioro mental de un genio y de la inquebrantable devoción de su paciente esposa y musa.
Shin’ichi Abe (Tagawa, 1950) uno de los autores más interesantes del manga alternativo, comenzó a publicar en la revista Garo en la década de 1970. Sus obras autobiográficas retratan en su mayoría a hombres jóvenes con barba rala que luchan por el amor y por el arte. Fue uno de los autores que fomentaron entre los lectores esa imagen del dibujante de manga como artista romántico y atormentado. En 2009 Tsubota Yoshifumi adaptó para la gran pantalla el relato Los sentimientos de Miyoko en Asagaya.