¿Quién le cerró los ojos a Mequinenza aquel fatídico día de 1971?
Tal vez fueron sus habitantes los que necesitaron que alguien les cegara para no ver, para no sentir que sus casas y sus vidas -como tantos otros en Aragón- quedaban reducidas a escombros sumergidos en el agua.
Su historia y su memoria, relatada por Jesús Moncada desde ese camino de sirga que da título a la novela, ha hecho que la población, la literaria y la real, sea conocida mundialmente.
Roberto Morote, en su debut en una historia larga, condens a en esta novela gráfica el frescor de la obra de Jesús Moncada y nos cuenta el devenir de la localidad minera de Mequinenza a lo largo de gran parte del siglo XX.