Pablo es un adolescente que va con su familia a pasar el verano a Torrevieja, pueblo costero de la provincia de Alicante.
A través de este personaje ficticio, el autor rememora algunos de sus recuerdos estivales: las salidas nocturnas con los amigos, los bares, las discotecas, los cines de verano… Las primeras borracheras, los primeros porros… También los paseos en bici, los trabajos de verano…
La historia se sitúa en el verano de 1986, año de inicio de los sucesivos y brutales booms inmobiliarios, que acabaron con la esencia de muchos de estos pequeños pueblos de la costa española. En el cómic se muestra cómo eran aquellos lugares de playa antes del ladrillo y la masificación.