Calonge, en una acometida de creatividad insospechada, sobrepasó el límite de lo habitualmente acontecible, para acceder a un nivel de expresión genial y desconocido. Su innovadora propuesta gráfica carente de vinculación referencial, lo sitúa como eje entre la ideación anatómica de Egon Schiele, el diseño y concepto arquitectónico de la Bauhaus y la contumaz irreverencia antisistema de The Factory de Andy Warhol.