Libro de historietas encuadernado en rústica de 64 páginas interiores en blanco y negro más cubiertas con solapas que contiene la traducción del original Meuh! Au pré des vaches publicado por Rackham. Volumen único.
En este libro no hay una historia definida de estructura clásica ordenada en tres actos, no, más bien lo que hay son dos narrativas bien diferenciadas. La del personaje humano que (muy probablemente) es el propio autor, una parte que tiene más de libro ilustrado que de cómic, retratos de vacas mezclados con las reflexiones y elucubraciones sobre los animales. Esta parte, más realista y más pictórica, entra en dialogo con la parte en la que las vacas cobran conciencia de si mismas, la parte de cómic más al uso, en la que el autor caricaturiza a los animales para mostrarlos afables, bondadosos y bien alimentados. Esta parte del libro es la más surrealista, con la humanización de las propias vacas que recorren las lindes de la reflexión ecologista y que incluso filosofan sobre las energías.
La parte gráfica de este libro también diferencia las dos narrativas, y si bien nos podría descolocar en el principio de la lectura, poco a poco va haciendo reacción química y pasa de una disolución en las primeras páginas, a una mezcla homogénea al final del libro. Aunque en una primera lectura este libro puede parecer un sencillo ejercicio de estilo, un divertimento o incluso un experimento, es un libro que necesita que reposemos su lectura, y al cabo de un par de días, releamos. Como los vinos buenos, con el reposo vienen a la mente las notas salvajes y frescas de la naturaleza y la vida rural, enriqueciendo la experiencia lectora.
Un cómic en el que las protagonistas son las vacas y el secundario es el humano. El libro mezcla las reflexiones e ilustraciones del hombre con la parte de narrativa secuencial pura o clásica, en la forma, en la que los animales llevan el peso fundamental, vacas por cierto, con una capacidad surrealista tal, que bien podrían firmar sin desmerecer un articulo de Caneiro, ya que como este viven en una realidad inexistente.
Merece una mención el esfuerzo de la humilde editora Figurando Recuerdos Edicións que con gran valentía se atreve a editar en gallego esta pequeña joya de la bd. Y también el excelente trabajo en a traducción que fue supervisada por Carlos Callón lo que ya es una garantía de integridad y respecto por la lengua.