Una vez pasadas las festividades navideñas y con el año recién estrenado, estoy encantado de poder llevar tu mente a dar una vuelta por Japón. Uno de los eventos más esperados de esta estación, si eres japonés, es la celebración de la mayoría de edad; así como en otros países, como el nuestro, se trata sin duda de una ocasión muy especial para los jóvenes que se celebra de manera individual, para los japoneses es una celebración colectiva de gran importancia que, además, ha sufrido importantes cambios en los últimos tiempos.
Son muchas las personas que sienten -sentimos- fascinación por Japón, por el país, por su cultura, por su arquitectura… y no somos pocos los que en algún momento hemos fantaseado con vivir allí. Hoy, en este tiempo de nuevas profesiones y nómadas digitales, cada vez hay más extranjeros que aprovechan las facilidades de los visados de turista para pasar largas temporadas en el archipiélago y, por qué no, adquiriendo propiedades allí. Esto es cada vez más fácil si lo que uno desea es vivir apartado de las grandes urbes, en zonas rurales que -como pasa también en nuestro país- pierden habitantes a gran velocidad dejando tras de si viviendas -que necesitan una reformita- a un precio muy asequible. De este fenómeno te hablamos en las próximas páginas, para que sigas soñando y quién sabe…
Mientras nos compramos la casita, podemos añadir algunos enclaves a nuestra lista de lugares para visitar, ya sea un museo con corrientes de aire, un hotel del maestro Aldo Rossi o por qué no, al bosque de la princesa Mononoke. Y para sentirnos como uno más, añadiremos algún evento deportivo, pero nada típico de turistas -no te olvides, “ahora vivimos allí”-.
Bien, mejor volvamos a la realidad. Si bien es cierto que, a veces, no es necesario vivir en Japón para experimentar su cultura. La primera muestra es esta revista, o nuestra tienda en Barcelona, pero también son muchas las exposiciones, eventos, conciertos… Y no sólo eso, en este número descubrirás que un gran número de los juguetes que llenaron nuestra infancia eran japoneses sin saberlo, y no solo juguetes, también rotuladores -los pilot, los tombo…- y tantas otras cosas que Japón ha exportado con excelencia.
Sin destriparte el resto del contenido queremos hacer énfasis en el viaje fotográfico al que te vamos a llevar en este número, a conocer a una comunidad que habita el Japón más salvaje y que se nutre de tradiciones ancestrales, aunque en la actualidad se encuentre en un momento de grandes cambios.